Dra. Viviana Villena Morales
BULIMIA
La bulimia nerviosa, comúnmente denominada bulimia, es un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Es posible que las personas con bulimia tengan en secreto episodios de atracones, es decir, que coman grandes cantidades de alimentos y pierdan el control de su alimentación, y luego vomiten, para tratar de deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.
Para deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, las personas con bulimia pueden usar distintos métodos. Por ejemplo, pueden inducirse el vómito con regularidad o usar laxantes de manera inapropiada, suplementos para bajar de peso, diuréticos o enemas después del atracón. O pueden usar otras maneras de deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, como ayunar, adoptar una dieta estricta o hacer ejercicio de forma excesiva.
Si tienes bulimia, probablemente te preocupe tu peso y forma corporal. Es posible que te juzgues severa y duramente por los defectos que percibes que tienes. Dado que la bulimia se relaciona con la imagen de uno mismo, y no simplemente con los alimentos, puede ser difícil de superar. Pero un tratamiento eficaz puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo, a adoptar patrones de alimentación más saludables y a revertir las complicaciones graves.
Síntomas
Los signos y síntomas de la bulimia pueden incluir lo siguiente:
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Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso.
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Vivir con miedo de aumentar de peso.
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Repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de una sola vez.
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Sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no pudieras dejar de comer o no.
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pudieras controlar lo que comes.
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Forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso después de un atracón.
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Usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios.
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Ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre atracones.
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Usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar de peso
La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que te purgas, por lo general al menos una vez a la semana durante por lo menos tres meses.